miércoles, 3 de junio de 2009

EL METAL Y LAS FRAGUAS

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(Sonetillo)

Voy a correrte mujer
Entre la noche y los grillos;
Vas a dejarte querer
Con la falda en los tobillos.

Podré escuchar al caer
Del corazón tus latidos;
Sentir tu cuerpo ceder
Con ayes y con gemidos.

Fundir el grueso metal
En el calor de las fraguas;
Ser un herrero cabal

Dejando correr las aguas,
En ese instante vital,
Sin faldas y sin enaguas
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Río Gallegos, 03 de junio de 2009
© Todos los derechos reservados

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5 comentarios:

Siloe_ Sombra dijo...

Un soneto muy sensual, y descriptivo...
Casi visualice el hecho....
No se por que a mi me cuesta mucho escribir de esa forma, siempre me inclino más por lo romantico que lo sensual, de todos modos me agrado leerlo...
Un beso, Reme.

Vicky Cateura dijo...

Pues a mi me gustó el poema, lo encontré muy bien fraguado por un herrero cabal
Saludos

Luis dijo...

Hola Siloe.
Te comprendo. No es fácil poetizar sobre esta temática. Se corre el riesgo de caer en la torpeza, en la vulgaridad. Es un peligro que asumo. Espero no haber sido víctima de tamaña desmesura.
De todos modos digo: debemos considerar los dos aspectos que hacen a la sexualidad: el puramente instintivo y el puramente espiritual (dudo que xistan ambas purezas). Quedarse sólo con uno de ellos sería fragmentar la realidad.

¿Por qué no cantarle poéticamente a la unidad e integrar a la otra cara de Jano?

Recuerdo en estos momentos los bellísimos, sensuales versos, de “La casada infiel” del Lorca.
Un beso amiga Siloe y gracias por comentar mi sonetillo.

Luis dijo...

I AM. Es una gran alegría, una gracia, e igual sorpresa recibir tu comentario.
He visitado tu Blog (Con viento fresco) y encontré en él -en un mundo de la insignificancia- la búsqueda del sentido. Te seguiré I AM. I AM TOO!

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

Así da gusto una fundición de senti-metales (broma).

Disfruté a cabalidad el soneto con ese toque picaresco y la metáfora candente de la fundición.

Te dejo un abrazo fuerte con mi afecto a tu poética.

Anna Francisca