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Nace de las honduras del engaño
O de la carnadura del abismo;
Nace para entonar siempre lo mismo
O para traducir lo que es extraño.
Nace como la flor que nunca miente
O como el alacrán que nunca besa;
Nace para ocultar lo que profesa
O para maldecir lo que no siente.
Nace con la evidencia de las muertes
O con la absurdidad de los espantos;
Nace para entonar sagrados cantos
O para entrelazar como los puentes.
Nace bajo la sombra de los santos
O el chasquido infernal de los tridentes.
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Río Gallegos, junio de 2007
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viernes, 31 de julio de 2009
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3 comentarios:
Me parece maravilloso...
Reme.
excelente me encata todo tu blog cada vez que paso por aquí no puedo irme sin leerte antes
Acertada, justa y bellísima síntesis es tu poema.
Felicitaciones.
Ana
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