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¡Oh, ser!
Frágil cristal
Expuesto al pedernal
Del tiempo;
Al granizo del invierno;
Al resonar vibratorio
Del último llamado.
¡Oh, himen angelical!
Extraño a las pulsiones
Del falo dionisíaco;
Al desgarro sangrante
Del acto consumado.
¡Oh, urdimbre de humanos signos!
Alcázares de plumas
Frente al caos originario,
Al temblor anonadante,
A la extrema lucidez,
A la trágica intuición.
¡Oh, densa levedad!
Percepción sagrada
Que en el alma estalla;
Que al valiente invita
A deponer las armas,
A vivir lo Uno,
El Amor,
La Nada.
...
Río Gallegos, 24 de mayo de 2009
© Todos los derechos reservados
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10 comentarios:
Bellísimo poema. Realmente vibrante e intenso. Felicitaciones!Te sigo. Un abrazo a la distancia.
Alma querida.
Reitero parte de la respuesta a tu anterior comentario. Allí te decía que me obligas a mantener altas, bien altas tus expectativas.
Siempre tus comentarios serán bienvenidos.
bueno...muy buen poema... amigo mio me encantaria invitarle ami blog que esta muy bueno como su poema e interesante
Que hermoso poema el que has compartido con nosotros. Ha sido un verdadero placer encontrarte, volveré pronto.
http://psicologiapositivauruguay.wordpress.com/
Gracias Doritos. Gracias Raquel
Sutil expresión de algo tan intenso, como finas gotas de lluvia, calando el corazón.. muy hermoso, Reme.
Luis, tu poema es extraordinariamente poderoso, siento que me hace tropezar y caer al borde del abismo que fatídicamente me convoca, me llama, mientras yo paseo por mi sendero soleado, juntando flores cual Caperucita Roja. ¡Sos el lobo y yo la niña que sueña sueños imposibles, plenos de luz y eperanza! Claro, se dice que Caperucita es un invento engañoso. ¿Cómo no ha de serlo, siendo mujercita?
'¡Oh, densa levedad!' ...me quedo con esta contradicción poética, entre la intensidad sin piedad de tus versos. Me lo quedo en serio ¿puedo? Gracias!
Syl***
Qué refrescantes y bienvenidos son siempre tus envíos.
No fue mi intención hacerte tropezar entre los lirios.
Y si has caído, pues, allí estoy amiga mía, para levantarte y sacudir tu atuendo, con la delicadeza y el amor de un caballero.
Sí, toma el oxímoron como propio, como un regalo, y hazlo carnadura del ser para que florezca en alas, en desapego; el que renueva en versos, en constantes nacimientos, en eterna sorpresa
Bellìsimo
De una belleza exquisita poeta!
entre ellas navegando llegué a tu espacio y en el dejo mi huella de aguas
mil besitos de agua
merchy
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