...
A Sylvia Maclagan
...
Ese golpe traidor que te sacude;
Ese sol que de pronto se oscurece;
Ese otro Dios que sin aviso acude,
Te vacía, anonada, y estremece.
Esa sangrante y persitente herida;
Ese dolor que nunca te abandona;
Esa verdad temible de la vida
Que llega de improviso y no perdona.
Ya nada sirve el parlamento vano,
Ni la razón, ni la ilusión, ni el llanto;
Sólo juega el amor, el bello canto,
Esa extasiada danza al universo,
A la sacra unidad de lo diverso,
A la fatalidad de un Dios lejano
...
Ese golpe traidor que te sacude;
Ese sol que de pronto se oscurece;
Ese otro Dios que sin aviso acude,
Te vacía, anonada, y estremece.
Esa sangrante y persitente herida;
Ese dolor que nunca te abandona;
Esa verdad temible de la vida
Que llega de improviso y no perdona.
Ya nada sirve el parlamento vano,
Ni la razón, ni la ilusión, ni el llanto;
Sólo juega el amor, el bello canto,
Esa extasiada danza al universo,
A la sacra unidad de lo diverso,
A la fatalidad de un Dios lejano
...
Río Gallegos, agosto de 2002
© Todos los derechos reservados
...
...
1 comentario:
Esta noche recién he visto que dedicaste "Amor Fati" a mí. Ya la conocía, y me parece hermosa y trágica, pero ahora debo agradecerte la dedicación. Creo que "me cabe", como dice la juventud de ahora.
Gracias, Luis! Y felicitaciones por tu fantástica producción de poesías de altísimas cualidades.
Sylvia
Publicar un comentario