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En esta tarde gris ya malherida,
Que crepita y parece desgranarse,
Un encuentro cordial es liberarse;
Es poder transmutar la muerte en vida.
Un amigo, una flor, un niño, un beso;
Una sonrisa afable, un gesto lento,
Es ambrosía a un corazón sediento;
Es una gracia, una ilusión de peso:
Es la savia que nutre lo sublime;
La fuerza prodigiosa que redime.
Cosas simples la vida nos ofrece,
Cosas bellas que están para quererlas,
Son las gemas del alma, son sus perlas,
Las joyas de un rebelde que enmudece.
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Río Gallegos, 30 de octubre de 2009
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2 comentarios:
!!Que bueno encontrarte animado!!
Cuando las grandes penurias nos pesan, las cosas sencillas de la vida nos dan el empuje que necesitamos para seguir el camino.
Un besito, Reme.
Enmudece ante la belleza de la vida.
Besos y amor
je
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