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Pude descargar de mí
Lo que me cargaron mal;
Cambió mi impulso vital,
Mi modo de estar en ti.
Vi que el pensar, no es pensar;
¡De la razón!... a reír;
Dejé de huir, de fingir,
De repetir sin dudar.
Vi que el sabor, no es sabor;
Del amor, mejor no hablar;
Tuve un cambio medular,
Una inversión de valor.
Vi al juicio angelical,
A la verdad regular;
La vi formal, singular;
Un sedante existencial.
Laxas religiones vi;
Vi al Cristo ornamental,
Al Bien extraño del Mal;
¡Oh, Abraxas, me atreví!
De la Justicia ¡Por Dios!
Es máscara, es antifaz,
Es verborragia falaz,
Imposturas de la voz.
Del mundo trascendental
Sólo el signo es realidad;
Pero el signo no es verdad,
No es la cosa como tal.
La palabra es angular;
No evidencia el devenir,
Es un ancla, es un no ir,
Una caja, un coagular.
Ahora pude comprender
El derecho y el revés;
Las dos caras de una vez;
Pude entender, pude ver.
El huir es ilusión;
El vivir es eventual;
Es un desierto fatal
Nuestra humana condición.
Aceptarlo es frenesí,
Es un parto visceral,
Es un abrazo total;
Es amor fati. Es un SÍ.
Río Gallegos, 29 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
Estimado Luis, el mundo es cambiante, en su forma y desarrollo, cambiamos incluso de forma de pensar y de ver.
¿Como vamos a dejar de dudar ó de plantearnos preguntas?... lo importante es saber donde situarnos nosotros y ser lo suficientemente inteligentes para movernos segun sople el viento sin perder nuestra esencia..
Un placer pasarte a leer, Reme.
Luis: Lograr una síntesis tan perfecta de tu sentir, expresada delicada y bellamente es un trabajo que merece todas las felicitaciones.
Me gustó muchísimo tu poema. Nunca dejes de escribir.
Ana
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