¡OH, VIDA!

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¡Oh, vida!
Rima acromática de voluntades contrapuestas.
Enojosas dolencias y calvarios
Que incuban esperanzas muertas.

Te lloro por que agonizas.
Me lastima tu dolor sin tiempo.
Triste sollozas en un mar incierto
De latidos bajos y llagados cuerpos.

Por ti sufrieron las eternas almas
De milenios contrahechos y desechos,
De espasmódicas culturas machacadas
Y de gritos subalternos.

¡Oh, vida!
Vida de milenios

De altibajos, caídas y rechazos,
De castillos de inútiles ensueños,
De chamizos bordados con harapos
Y de noches de cemento.

¡Oh, vida!
Vida nuestra

De caminos sin destinos y tormentos,
De asolados parajes heredados,
De caprichos, mil enojos y venenos.

¡Oh, vida!
Vida muerta,

De caricias que no queman ni sorprenden,
De apretones que no abrazan ni golpean,
Y de besos que no pesan ni humedecen.

¡Oh, vida!
Vida nuestra:
Ciega
Inútil, fea;

Simulada en mil palabras,
En mil gestos
En mil redadas.

¡Oh, vida!
Vida nuestra...
¡Vida muerta...!

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Río Gallegos, setiembre de 1999

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